miércoles, 26 de diciembre de 2012

Dicen que existe un lugar, sólo uno único, en el cual puedes alcanzar tus sueños.
Dicen, que cuando encuentras ese lugar, simplemente sabes que has llegado, porque en él te sientes cómo siempre te habías deseado encontrar.
Dicen de él, que ese lugar puede ser el más recóndito de los lugares, pues bien puede ser el rincón de una mirada en aquella persona especial que siempre has añorado sentir. Que puede ser el instante de un simple roce,  un olor agradable, entrañable o conocido.
También me han dicho..que cuando sabes que llegas a ese lugar, a ese momento, que lo disfrutes. Que lo disfrutes tanto, como si supieras que tras él no hubiese más que el vacio. Una nube negra. Cuatro paredes de hormigon bien frio.
Me pueden decir tantas cosas, que ya pocas puedo creer, tan pocas como sólo creerme a mi misma y luego tratar de coger un corrector  y rectificarme.
Porque yo he estado alli. Porque he estado alli. Y me lo podría repetir una  y otra vez, hasta darme cuenta de que, no por mucho repetirmelo... volvería a vivirlo. Y claro que volvería a vivirlo.
Todo tiene un precio, dicen por ahí... y no se equivocan, pero, si te dijesen que precio estarías dispuesto a pagar por tus sueños...yo no lo dudaría. Pujaría por mi sueño. Claro que pujaría, una vez más, y todas las que hiciese falta, porque por mucho que digan que una vez alcanzado tu sueño, todo se acaba.. miente. Cuando alcanzas tu sueño solo deseas poder ser su guardián, y entregarte a su conservación, porque sabes lo que has sacrificado y cual ha sido tu apuesta sobre la mesa.
Pero que jodido es despertar..de tu sueño, ver que ese lugar idílico se esfuma como cuando soplas sobre el humo de un cigarro y se esparce..

Sólo una noche puede bastar para darte cuenta de lo que sería vivir tu sueño, y toda una vida para añorarlo.

Es por ello, que vive despierto tu sueño, y cuando quiera irse, duérmete profundamente..  y no te despiertes, y si eso falla.. róbale un beso.














lunes, 24 de diciembre de 2012

A sus queridisimos Reyes magos,

Como ustedes bien sabrán, no tengo la costumbre de escribir carta.. cuanto menos  a ordenador ( a estas alturas de la vida, seguro que saben que tengo vicio por la escritura a mano, la tradicional, y además con pluma) pero.. este año, no es que me apeteciese escribirla, pero tenía curiosidad por escribirla y por saber si he sido buena o mala, por eso de traer  carbón o lo que pida en esta humilde carta.
Hace unos días, y esto siento que he de confesarselo.. hice algo, no bueno, pero por una buena causa ( que al final es lo que cuenta , no?) Pues como decía, sentí la necesidad imperiosa de ayudar a  mi amiga Ana..( y esto no quiere decir que no la ayude por norma general, nooo!, siempre me presto a todas las maldades que podamos hacer , si es por un buen fin..y este lo era).Últimamente estamos cogiendo la buena costumbre de quedar un dia a semana para comer juntas, que es algo estupendo, me pone el día, yo le cuento mis gambadas en el curro.. ella me habla de sus niños, yo de la última receta que experimenté.. cosas..cositas, cosas.. el caso fue, que hace dos semanicas, estaba la mujer agobiada.. muy agobiada, porque claro, tenían que preparar todo lo de navidad. Y bien es sabido, que dos manos para 25 niños kamikazes de 3 años.. con punzones, tijeras, pegamento, y temperas de colores.. ( y otros accesorios) pues.. tiene su aquel.

                                                                    ***    *** 

- Había pensado en como podrían hacer los niños suscartas a los reyes.- como siempre se explicaba, mientras sus ojos verdes me miraban bien abiertos y su frente se arrugaba, expresiva ella siempre.
-Pues non che sei.- y que voy a saber yo de como hace una carta un niño de 3 años.. me encogí de hombros y seguí mirando la carta mientras le daba un sorbillo a mi caña.
- El caso se que todos los años en correos, ponen un buzón, así que habíamos pensado en hacer una excursión en grupo, y llevarlos, que les hace ilu seguro. Además los padres están encantados con la idea.
- Aps, es buena idea si- calamares o croquetas , esa era mi duda en ese momento. No es que estuviera ignorando lo que decía, pero tenía hambre. Ana se lo curraba mucho con sus niños, la verdad, decir que la admiraba por su trabajo era decir poco. Más bien me daban ganas de poner velas para que hubiese así mas profesores en clase de infantil.
- Además pensé que podrían hacer la carta con los catálogos de Centroxogo o del Eroski.
- Esa es buena idea- ciertamente me lo pareció además para los peques seria sencillo.
- Con dos o tres catálogos,  que me vayan diciendo uno a uno  lo que quieren y lo recortamos , y luego que lo peguen en su carta.- me lo iba explicando mientras el camarero revoloteaba cerca, para venir y preguntar si ya habiamos decidido. Pero aún se tomó unos minutos más.
- Oye, eso mola, solo que .. vas a tener que robar unos cuantos catalálgos para tus niños kamikazes.- me reí, solo el imaginarme a los churumbelillos  peleandose a trastazos por coger la misma muñeca o juguete estrella.. ya estaba imaginandome a Ana a ver como hacía.
- Si eso sí, pero con 4 o 5 me llegarán.
- Si claro.. con 4 o 5, ja!. Yo no es por mal.. pero vamos a tener que ir a mangar alguno- me rei y le di otro traguito a mi cañita, medio vacía...
- Que va..- me decía-
- A ver profe, que tienes a niños kamikazes, no ves que todos se pelean por los mismos juguetes, el juguete de la tele de turno y encima que salieron las nuevas Monster..- mientras  pensaba para mi que era mucho más bonita mi muñeca gótica que hace unos años me habian regalado pro mi cumple y estas eran meramente copias..
- Ya Luci, pero que tienen 3 añitos- realmente saben que no me gusta lo de Luci, pero hay a ciertas personas que al final te acostumbras a que te lo llamen y más si llevan a tu lado mas de tres cuartos de tu vida.-y muchos no sabrán.
 Yo me reí, y la miré. Es la mami de los veinticinto, a veces tengo envidia sana cuando me cuenta como la quieren. A veces eses nanos son increíbles con las que te pueden soltar.
Se acercó el camarero, y pedimos al fin. El muchacho se llevo las cartas con una sonrisa. - Qué majo es - dijo Ana con una sonrisa educada. Yo asentí, ser lo era. Pero no estoy yo para mirar al sector masculino.
- Yo creo que después de comer.. si te da tiempo a ti antes de entrar en el cole podíamos ir hasta centroxogo, y pillar unos pocos catálogos más.- La miré y de reojo miré  hacía fuera por la ventana que estaba enfrente de mi a distancia.  Estabamos en el barrio en que se había criado mi madre, y donde había pasado parte de mi infancia y cómo había cambiado desde que mi abuelo había fallecido, y mi abuela y mis tios se habían mudado. Había sido un barrio en cierto modo, de moda  en los años  sesenta, zona de vinos y movimiento de gente. Ahora sólo quedaba algún bar del barrio, y la cervecería donde habíamos ido nosotras dosa comer ese dia.- Total, yo no tengo mucho que hacer, unos recados, te puedo esperar y sino vamos depués.- Cierto era y al menos  ya que estaba buena tarde aprovecharia. La miré a ella, y dejé de imaginarme en momentos, tantos, que habíamos vivido en aquellas calles.
Asintió, así que seguimos la conversación y comimos nuestro macroplato combinado.

Cierto es que días más tarde cuando Ana me contó que tal la experiencia, sólo pude sonreir tratando de imaginarmela en clase. Clase que ya había conocido y que me podía imaginar con más exactitud. Le había dado trabajo, el organizarlos para que escogieran de los catálogos sus regalos deseados, y que sobre todo las manos de Ana fuera suficientes para ayudarles con tremendo caos. Porque , dale a un nene de  3 años un catálogo de juguetes, unas pinturas, un punzón y ponle villancicos.. puede que sea impresionante el resultado.

                                                                    ***    *** 


Lo confieso, he sido mala.
Pero mala de las malvadas.
Mala, mala de las de verdad.

Confieso, que... robé unos, diez o quizás quince, seguramente  veinte. Robé veinte catálogos de las jugueterías. Pero, alego en mi defensa que fue para que los nenes de Ana, hiciesen sus cartas.
 Es por ello, que acepto que no me traigan mis regalos de mi carta, aunque bien es cierto que aún no he escrito qué iba a pedir.
Así que pensándolo mejor, y sabiendo que lo que  habría pedido en el caso de pedirlo, no me lo traerán, espero que sean atentos al menos a las cartas de los peques.

Atentamente,

La no tan niña de los rotuladores de colores.

P.D. Aún sigo esperando que mi cocinita de juguete tenga agua y jabón como en el anuncio de la tele.
P.D.2. A  mi Barbie no le ha crecido el pelo, ni lo tiene tan estupendo como en su cajita original.
P.D.3. Mis padres se han mudado, así que no esperen  ni turron, ni leche ni agua para los camellos, y , sí es algo personal.

                                                                    ***    *** 

- Bueno, y tu que le quieres para el amigo invisible - yo me reí al ver que tanto una como otra me miraban inquisidoras..
-Ehm.., ¿no sé?- yo es que no me quedó otra que encogerme de hombros y reir. Que difícil es pedir y más aún si es casi un aquí te pillo aquí te mato.-
- Va Lu..- Marta soltó una carcajada y se le marcaron los hoyuelos eses tan simpáticos que a veces se le marcan, y arqueó las cejas. Ana me miraba, pero seria, claro como ella ya nos había pasado su lista de peticiones..
- Y tú que?- escaquéate, escaquéate.. Ana pasó a mirarla a ella, ahora sus cejas alzadas y sus ojos verdes se habían desviado hacía Marta. Yo, no tenía ni idea de lo que quería, bueno.. más o menos. A mi con vernos juntas ya me resultaba un buen regalo, además yo no suelo ser pedichona. Cómo alguien me ha dicho más de una vez " disfruta de las pequeñas cosas que te hacen feliz". Y sí, tiene razón.
- Y yo qué sé!- No tardó mucho en contestar, por no decir que lo hizo al momento.


                                                                     ***    *** 

 No tenía mucho sueño, así  abrí el cajón, tomé una de las velas y la prendí. Era luz suficiente, me tumbé en el sofá y me tapé con la manta que Ana me había regalado el año anterior por estas fiestas. No se en qué momento me dormí, pero me desperté y la vela estaba casi agotada, sonreí y pensé en lo que quería, en lo que pediría al nuevo año, a nuestros queridos Reyes Magos.. Seguramente mi deseo no se pueda cumplir  y mi regalo no llegue  ni para el 6 de enero ni para el 20 de marzo, pero a veces no sólo depende  de ser bueno o malo.. sino de pedir o no,  lo acertado.






sábado, 15 de diciembre de 2012

Y en el amanecer de aquel día, entre sus mantas y sábanas abrigosas, se dio la vuelta. No quería oir el viento que soplaba fuerte, ni la lluvia que se estrellaba en el cristal de las ventanas de su dormitorio, y mucho menos.. que la luz entrase por las rendijas de la persiana.
Lentamente se dio media vuelta ocupando su mitad de cama, mientras consigo arrastraba todo el tropel de ropa que la cubria en espesura, hasta la mitad de su rostro. Respiró profundamente y cerró sus ojos de nuevo. Y trató de sonreir, porque trató de recordar el momento en el que se sintió protegida por aquel abrazo, el que la sostenia con firmeza y seguridad. Aquel abrazo que le dio la vida y la hizo libre, a la vez que esclava.
Mientras aquel viento siguió soplando, siguió hecha un ovillo en su hueco, con sus mantas y sus ojos bien cerrados.  Y fue capaz de sentir el silencio de la soledad.


https://www.youtube.com/watch?v=Py_-3di1yx0

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Levanté rápidamente el pié del acelerador. Se me había ido la cabeza por completo.. y bueno digamos que cuando vi que casi alcanzaba los 150Km/h, era la mejor opción, y más sabiendo que  tenía dos radares amigos mios de camino al trabajo. Hacía buen día, y menos mal porque mis brillantes ideas de ponerme calzado abierto estes últimos días no había dado muy buen resultado. Aún así, chica precabida, me puse las supercuñas, así podría estar a salvo de un buen remoje de pies. Odiaba ir a trabajar por las tardes los fines de semana como este, era un acto puro de privación de vida social en toda regla, de no comer agusto,  y de no pode salir a tomarte algo en condiciones.. y de lo que es peor, de no comer con la abu el domingo. Pero resoplé aliviada, las nubes no daban mucho indicio de que fuese a llover, así que aprovechando que me daba el solete de frente me puse mis gafas de sol, y subí el volumen de la radio.. esperando a seleccionar  algo apetecible para ir al menos de mejor humor a trabajar. Cómo siempre, sabría que escoger un emisora y dejarla quieta  más de dos canciones sería complicado, pero como ya es una mania...hicimos ronda. Lo cierto fue que tras dar dos vueltas a todas las " posibles opciones" curiosamente descubrí un programilla local. Creo que le hubiese gustado más a mis padres escucharlo que a mí, pero bueno.. dicho sea que si me he tenido que tragar  la música de mis padres durante más de 20 años, al final le pillas el gusto..  A mis padres no les hables de grupetes de los 80, no, no, no que eso ya no va con ellos ni con asomo ( todo lo asimilan a personajes como Alaska y cia.. ) ni de los 90, .. El caso fue que al final no pude resistirme a dejar  ese canal y embriagarme de  una buena canción..

Al final.. si no fuese por los anuncios cutres.. hasta hubiese dejado dicho programita..




lunes, 2 de julio de 2012

Una vez soñé contigo.
Una vez soñé contigo, y  mientras reposaba tranquilamente tumbada a tu vera, escuchando tu corazón latir, con mis ojos cerrados.. lo sentí. Sentí como tus manos se enredaban  en mi pelo, como juegueteaban tus dedos entre mis mechones, desde un leve masaje en mi cabeza, reposada en ti, hasta notar como poco a poco  el pelo que abandonaba tus dedos .. caía sobre mis brazos desnudos. Entonces sonreía.
Entonces sonreía,  y entonces me sentía dueña del mundo. De mi pequeño mundo, de mi única felicidad.. lo sentí.
Y lo sentí.. en un sueño.
Ojalá mi mundo, compartido.. al menos,fuera también tu sueño.

domingo, 3 de junio de 2012

Me gustaría felicitar a todos aquellos y aquellas que hoy celebran este día con motivos, les doy la enhorabuena, porque a su modo será como su cumpleaños particular.
Estoy segura que todos hemos conocido a alguien que por desgracia ha sufrido esta enfermedad, en cuaquiera de sus múltiples posibilidades. Yo no soy menos, aunque por desgracia la gente que yo he conocido hoy no podrá celebrar este dia. Aún asi en este día me gustaría recordarlas, porque  lucharon hasta el último día como pudieron. De todas ellas guardo recuerdos, más o menos, pero los guardo, y si algo he de decir, es que las admiro por su lucha, día a día, por sobrevivir.
A Manoli, porque todos la apoyamos muchísimo, y aun así era ella la que muchas veces nos hacía reir,  y nos animaba. Porque recuerdo su carácter de mujer luchadora, y como durante 15 años, cuido de su familia, tanto como ellos cuidaron de ella hasta el último momento. Porque para ella, nunca su enfermedad no fue un tabú, y siempre nos hablo de ella como algo, natural, sin tapujos. Animada siempre a viajar con nosotros a las competiciones para ver a su hijo, y para animarnos a todos. Porque hasta el último día se cuido y siguió siendo coqueta, presumiendo de su pelo.
A Marta, mi prima, porque luchó muy joven  con lo que se llevó su vida y nos dejó a todos. Pero siempre recordamos su sonrisa y sus ganas de hacer sus sueños realidad, poder viajar  y dando clase a sus peques.
Y por supuesto a mi abuela, que hasta el último momento siempre tuvo una sonrisa para mi, a la par de algún consejo.

Ellas como muchas personas más, hoy no están con nosotros, pero aún asi sí fueron unas supervivientes, porque vivieron todos los días con ilusión de seguir viviendo. Porque, fueron dignas con su enfermedad hasta el último día, y porque no perdieron las ganas de vivir.

domingo, 6 de mayo de 2012

Y ansiosa esperó a verla, cruzando sus dedos para mirarla a la cara. Ansiosa la buscó entre las nubes, viendo como entre ellas la luz que se colaba y hacía de su reflejo en los charcos algo abstracto. Esperó a verla.. porque sus dedos estaban preparados para de entre todas las estrellas que cruzasen aquella noche el cielo, elegiría una y en su corta vida le pondría su nombre.
Ansiosa esperó.. pero aquellas malditas nubes, sirvieron de camuflaje a lo que ella limpiaba de sus ojos.

Este fin de semana, se produce un fenómeno muy especial sobre la Luna Llena de este ciclo, denominado como perigeo. Éste hará que la luna parezca aproximadamente un 15% más grande de lo habitual y además tenga más brillo. Se produce debido a que la Luna, pasa por el foco de la elipse más próxima a la Tierra, de modo, que a nuestros ojos será más grande. Y.. además la distacia Tierra y Luna, más corto.
  Además de ello, tendremos una lluvia de estrellas  procedentes de la cola del Halley, así que.. todos los que podáis  verlas aprovechad a pedir todos los deseos que podáis. Yo los míos los tengo escogidos.. pero..

El que pueda.. que se pille una buena silla, buena compañía y que lo disfrute :)

jueves, 3 de mayo de 2012

"Vengo del país de la lluvia eterna
Vengo del fin del mundo.
Soy de donde el agua muda la eternidad en melancolía y la melancolía se torna en nostalgia perenne.
Vengo de la más hermosa tierra que la naturaleza, en su eternidad, pudo parir.
Vengo de la piedra y el viento del norte, gélido y eterno.
Soy del país que los hombres llamaron Galicia.
Soy de la tierra que los dioses quisieron llamar ETERNIA."

Hoy, mientras estaba en el trabajo, no puede evitar parar. Mientras notaba el viento frío cortante en mi cara y  la llovizna  colarseme entre el chaquetón y mi cuello, sonreí, moléstandome alguna que otra rayita de sol en la cara, abriéndose en tan cielo gris. Y lo ví. Se veía con tal nitidez, que bien podía distinguir todos sus colores.

Estaba en la mesa de la cocina y sonreía, mientras de fondo oía algo en la tele, sin prestarle mayor atención. Mi atención se entraba en aquel rectángulo blanco, plano. Cuantas cosas podría yo hacer en él!. Lo cierto es que llevaba días aprovechando papeles y más papeles, así que ahora que tenía papel nuevo y limpio podría hacer cosas nuevas. Miraba mis pinturas, y aun siendo de estas de cera.. me puse a afilarlas una a una para sacarles punta, así parecerían nuevas. Una a una la saqué de mi caja de  latón azul de galletas, y cuando consideraba que estaban lo suficientemente finas de punta, las iba colocando por gama de colores.. desde blanco hasta negro. Evidentemente se notaba cuáles eran las que más me gustaban, y las que más gastaba. Mi madre entró de la terraza, de colgar la ropa, supongo, pero no tenía mucho más que hacer, supuse también. Se sentó a mi lado. Creo que muchos sabemos lo aburrido que es no tener hermanos, y más aún cuando siempre has de jugar tu sólo." ¿ me ayudas a pintar?". No me lo pensé mucho, además mi madre dibujaba muy bien y a veces me ayudaba, incluso cuando todos el cole calcaban, me enseñó a no hacerlo. Me decía que a veces las cosas cuando no se copiaban, y se les daba imaginación eran mas bonitas. Tenía razón, pero mis dibujos no quedaban muy bien. Ese día me enseñó a dibujar algo especial. Escogío de mi  organigrama de colores los que necesitaba, y uno a uno, trazó de lado a lado horizontal en mi papel rectangular limpio un semicirculo. Mientras lo hacía, me iba contando cuales eran los colores adecuados y porqué salía el arco iris.Así, decía la leyenda que aquel que viese donde terminaba, o comenzaba, si conseguía  encontrar ese lugar, encontraría un tesoro... Cuántos días sucesivos estuve pintando arco iris, y cuántos más deseé poder verlo para buscar ese tesoro!

Es por eso, que hoy, cuando ví ese perfecto arco iris, sonreí y me dí cuenta de que ya no ordenaba mis pinturas, que ya no las afilaba.. y que ni siquiera sabía donde estaba mi caja de latón azul de las galletas. Es por ello que, aún viendo el comienzo y el final del arco iris, repasé sus colores uno a uno..rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta, y recordé que  años más tarde había aprendido que la magia del arco iris no es sino un efecto engañoso a nuestro ojo, producido por la óptica.


viernes, 27 de abril de 2012

Hoy no lo he podido evitar. Hoy hace 7 meses. Sí, tan sencillo como 7 meses desde que cerré aquella puerta, acompañada de la leve corriente que siempre agita las hojas de parra en nuestro patio. Hoy hace 212 días, tantos días  en los que he pensado en tí  tratando de mantener una sonrisa. Tantos como la última vez que cerré esa puerta, y tú no me quisiste dejar.


Después de tantas semanas, de tantos días, tantas cosas, me acuerdo de tí. Todos los días, y todas las mañanas, y cuando miro el tiempo  y cuando veo la huerta. Cuando veo atardecer, ahora que los días han crecido, al igual que yo lo hice a tu lado. Cuando miro por mi terraza, cuando veo la parra de nuestro patio, y... la veo secar. Y se seca, como mis lágrimas. Me acuerdo, cuando veo la luna llena y cuando miro el calendario. Me acuerdo cuando madrugo, y lo que me decías siempre. 

Y me acuerdo de tí, porque recuerdo tus palabras, su sonrisa y tu cariño.

A mi abuela, alguien tan especial como decir que era mi pequeña brújula, alguien que con 94 años tenía más vida e ilusión que muchos jóvenes como yo, alguien que con todo lo vivido consiguió ser feliz, incluso hasta poco antes de irse conmigo por la puerta. Porque aún recuerdo tus manos frías y como me miraste. Por eso sé que te viniste para siempre conmigo.

lunes, 12 de marzo de 2012

Se arrastró hacia su cama. Era solamente en aquel momento del día cuando sentía  como la soledad la abrazaba. Y fuerte. Sentía como llegado a aquel momento, se rendía a ella de igual modo que lo hace una esclava ante su amo. Se entregaba a su soledad. Era simplemente por aquel motivo, por el cual muchas noches se emborrachaba del no sueño, para intentar así no caer en sus redes traicioneras de nuevo, en su lecho. Pero aquello no siempre habia sido de igual modo. Ahora conocía perfectamente el mapa físico de su cama , como quien  con palpar algo sabe lo que es. Ella, lo sentía. A veces, Morfeo era su aliado y la aferraba a sí mismo con un cálido abrazo que la  transportaba a  un lugar lejano, que la envolvía de  sucesos marañosos, en los que ella era protagonista muchas veces. Pero, otras muchas veces, le daba la espalda y se reía de ella, dejándola que ahora se enfentase en su cuadrilatero a solas con ella, con su amante, otras veces su ama, otras veces su protectora.

No es sino la soledad la fiel amante que si le tiendes la mano, te envuelve en un abrazo y te cierra los ojos?.



jueves, 16 de febrero de 2012

Orballo

No paraba de mirar el reloj. Llegaba tarde. Metí cada una de mis manos en los bolsillos, y con el cuello del abrigo tampandome hasta justo debajo de la naríz, me incliné hacia delante hasta que la capucha con borde peludo me cubrió la cabeza. Estaba lo más arrimada posible a la marquesina del bus, y no quise mirar una vez más la hora que era. No, no lo hice, porque hacerlo suponía tener que sacar el móvil, y para ello una de mis manos del bolsillo. Miré al frente y todavía pude ver al otro lado de la calle las luces encendidas, y curiosamente las ventanas abiertas. Era normal, muy normal cuando todas las campanas de los laboratorios funcionaban, evidentemente no había extracción suficiente. Nunca me importaba ser la última en salir, no me molestaba tener que recoger el laboratorio, es más, me gustaba. Ellos lo veían como una obligación, pero a mi simplemente no me importaba. Eso sí, las estufas a aquella hora, quedaban llenas de material diverso de nuestras prácticas, aun sabiendo que en su turno, en el de tarde cuando llegase estaría todo hecho un zafarrancho. No lo pudo evitar y miró de nuevo el reloj.
Realmente, no sé porque me dio por hacerlo, pero estaba harta de oir a aquellas dos de Empresariales cuchichear.. así que sabiendo la cuesta que me esperaba para subir, hasta llegar a la segunda ronda y luego tomar hacía el centro.. me puse a caminar. Lista fui, en lugar de llevar la mochila había bajado la bandolera, así que, cargada de material vario, cada tiempo indeterminado, o mejor dicho según el que me marcaban mis hombros y musculatura varia, cambiaba mi petate de hombro. Prefería no pensar en el frío que hacía, y cuando no lo pensaba maldecía mi mala memoria por no bajar los guantes. A punto estuve de sacar unos de látex de mi mochila, del laborario y ponermelos. Poco práctico me temo. 
Caminaba a la par de la Facultad de Veterinaria, y cambié la ruta, asi que me colé por las escaleras que daban hacía la clínica Veterinaria, podría colarme por los pasillos y así, aún dando algo mas de vuelta, aprovecharía  tal vez unos diez minutos de calor y de no llovizna. Ahora sí que no sacaría mi móvil para mirar mi hora, sabía que en uno de los pasillos de los aularios había reloj. Pasaban aproximadamente veinte minutos de las ocho de la tarde. Sólo se veían a las señoras de la limpieza pulular por allí, me sentí un poco como un ser extraño, así que apuré el paso. 
Era genial pensar que había perdido un día más el bus, que no me daba tiempo a bajar a entrenar y que las niñas no me habían avisado para quedar. Pero habían quedado. Era por ello que  muchas veces me faltaban, las otras niñas, sí, mis niñas de siempre. Pensé en que hacía frío de nuevo según tiré de una de las puertas de salida de la Facultad de Veterinaria. Todavía me quedaba un buen rato de camino hasta casa de mi abuela, porque en eso había quedado con mi padre, que me recogería alli a las nueve y media, en punto. Y cuando decía en punto era en punto, ni un minuto más o menos, aunque luego el llegase a menos diez. Claro que ese día había partido. Mejor no retrasarse mucho.
Cuando tomé la Avenida de Madrid, retomé la subida, pero era buena señal ver la Fuente del Rey. El ambiente en aquella zona cambiaba, universitarios allegados a mi ciudad caminaban a un lado u otro, con manos en sus respectivos bolsillos como yo, o con bolsas de la compra. Yo me imaginaba aquellas bolsas de la compra, aquellos carritos más cutres que el que tenía mi abuela  en el patio gastadísimo. Y por un momento mientras esperaba que el semáforo se cambiase, me veía en un reflejo exacto de ellos, haciendo la compra o cualquier otra cosa, sin pensar que me esperaba mi padre  en una hora en casa de mi abuela.
Crucé al otro lado y se me cruzó por delante un perro, cuya dueña desde mis espaldas lo llamaba, no me molesté en girarme, y seguí mi camino. Eso sí, saqué por  unos apurados segundos mis manos de los bolsillos, cambié mi bandolera de hombro y recoloqué mi capucha en mi cabeza. Ya veía la Fuente del Rey. Hoy funcionaba, era jueves.
Llegaba cerca de la zona de la alameda, donde los institutos, cuando le ví. Acababa de arrancar el bus, mi bus. Resoplé, si bien casi no supe más a causa ya del frío o del mal humor que me producía el que no pasase a su hora. Arrancó... sí, y tomó  la calle de la derecha hacía la Ronda de la muralla. Se bajó gente. Se bajó él. En ese momento sí sentí frío. 
Vivía dos casas más adelante de mi abuela, y en casi  tres meses de clase pocas palabras habíamos cruzado. Yo me moría de verguenza. Yo me callaba siempre. 
Preferí seguir caminando, por mi acera. Si nos cruzábamos total, lo saludaría y me contestaría, como mucho un qué tal  y un par de preguntas sobre las clases... y el resto  del camino hasta casa de mi abuela sería silencio. Me rezagué para que no me viera y no verlo. Cambié el camino y dí la vuelta por el parque. Si coincidíamos sería mera casualidad, porque el habría ido mucho más despacio caminando, ya que mi camino era más del doble. Olía a churros, olía a aceite. Preferí no mirar y no caer en la tentación.
Justo antes de dar la vuelta a la esquina, miré el reloj del móvil. Me sobraban aun veinte minutos, así que sonreí porque sabía que sería tiempo suficiente para que mi abuela se emperrase en hacerme algo de cena.. y al final lo acabaría comiendo. Cenaría en cinco minutos, suficiente.
Doblé la esquina, y me quedé casi parada del todo. ¿Habría ido yo lo sufientemente rápido?. No era posible. Comencé caminar despacio bajando la capucha de mi abrigo, bueno, realmente no estaba sólo. Ella estaba allí, y con él. Pasé por el lado de ellos  y sin darle importancia al acontecimiento, porque realmente no debería de tenerla, los saludé con un simple " chao" y procurando no fingir mucho mi sonrisa. Porque ellos sí sonreían. No me había imaginado lo bien que podía sonar mi nombre de sus labios, de su voz. Pero la oí y seguí caminando dejándolos a mi espalda, regalándoles ahora un saludo con mi mano, que rápidamente volví a mi abrigo, a su bolsillo, a su protección. 
Ella era afortunada, tal vez porque tenía lo que yo no. Tal vez porque para ella todo era más sencillo, pero yo no quería pensar en ello. Ya lo había hecho y sabía que no era buena idea. Esa idea la aparté, la castigué en un rincón y mirando a la pared. Así, sería menos tentadora.
Llamé al marco de la puerta de madera de casa de mi abuela y tras oír  un  " va, va" repetidas veces, mis dos primas se abalanzaron sobre la puerta casi comiéndosela para pelearse por mirar quien era, y abrir. Ya no llovía, y tampoco tendría la tentación de mirar si seguían allí hablando. La puerta se cerró de un portazo. Olía café recién hecho y algo se cocinaba en la cocina. Tal vez.. mi cena.
 

jueves, 9 de febrero de 2012

No podía más. Se sumergió completamente. Sus ojos permanecieron abiertos durante 4 o 5 segundos y los cerró. Notó el agua caliente  y como poco a poco su cuerpo se relajaba, trató de dejar su mente en blanco. Había dejado las persianas subidas y en aquella hora , sabría que  en breves instantes la luz del sol, según amaneciese, entraría  para darle directamente sobre la bañera. Trató de nuevo de no pensarlo.
Notaba como si su cuerpo se hubiese escindido en dos partes, la cual una de ellas flotaba levemente sobre la superfie de la vaporosa bañera. No había jabón, sólo un puñado de sales marinas relajantes, ni el jabón de chocolate que le habían regalado,el que permanecia mediado en el estante junto  con los demás productos de higiene. No pensó, sólo dejo que una de sus mitades decidiera. Aquella de ambas partes decidió, claro que lo hizo y dejó que su nariz se asomara levemente a la superficie, ahora todo el exterior lo notaba más frío. Su cabello ondeaba lentamente en el agua, a veces levemente rozaba sus hombros, otras su cuello e incluso algún mechón rebelde  se colaba estratégicamente cerca de la comisura de sus labios, rozándola tímidamente. La claridad comenzó a asomarse por la ventana, un nuevo albor. Para ella, el fin de un día mas. Pero daba pereza.
El agua, comenzó a enfriarse y con ella, su cuerpo. Su piel comenzó a erizarse del mismo modo que las yemas de sus dedos se arrugaban, pero su cuerpo le resultaba tan relajado, que le pesaba. Sólo un minuto más. Abrió sus ojos, y al incorporarse, mientras notaba como  el agua escurría y sus cabellos quedaban pesados a su espalda, la luz intensa  le molestaba. Como si de una pieza oxidada se tratase, acabó de incorporarse, rauda.
Aquel sonido era en parte molesto, esa pequeña succión que hacia  el pequeño desagüe al terminar de vaciar la bañera, pero no quiso terminar de darle importancia. Entraba aquella luz, cálida y a la vez fría. Se asomó a la ventana, ahora sí veía con claridad aquellas pequeñas huertas y campos a barbecho, brillantes, blanquecinos, crujientes a cualquier movimiento que pertubase su quietud. Dejó de erizarse para envolverse en una gran toalla de color verde esmeralda, y como si se desplomase, se sentó sobre su sanitario. Sonrisa de medio lado. Su futuro inmediato se debatia entre tomarse un contundente desayuno o tomar la cama como una autentica fiera agotada, cansada y derroida por el día que ella aun estaba por terminar, o por empezar según como se tomase. Pero aquellas gotas, eran crueles, resbalaban por su espalda como si  no fueran a llegar a su meta jamás. Llegaban , vaya si llegaban, hasta el punto que me cosquilleaban, de modo que mi mano se coló bajo la toalla y en una pasada las aniquiló. Resoplé con una sonrisa y me levanté, agité mi cabeza y sacudí mi pelo lo suficiente como para que ninguna cruel gota hiciese de las suyas de nuevo. Me ví en el espejo, y no puede evitar hacer diversas muecas en el. Me sentía ridícula, pero y qué, nadie me veia. Por un momento pensé que estaba loca. No, no lo estaba. Alcé una ceja y mostré mi lengua al espejito. Tiré la toalla  sobre la mampara de la bañera y me miré una última vez en el espejo, seguidamente mis pies tomaron camino, y notaron, vaya si notaron el choque térmico en el pasillo. Segunda puerta a la izquierda, cuidado con el cable en el suelo, cómo no, me dije a mi misma.
Me zambullí bajo mi nórdico, boca arriba. La luz mañanera recién estrenada, aún me daba en la cara. Siempre me había encantando, dormirme con luz natural y que la misma me despertara. Modo oruga. Sí, eso hice,  me enrollé tal cual en mi nórdico. Maldita gota que me escurría de nuevo por la espalda.Sinceramente, me negué a moverme  para arrastrarla de mi feudo.
Y mi día empezó.





miércoles, 8 de febrero de 2012

Tiempo, hilvanando.

Dicen de él, que es una constante.. hum, o bueno muchas veces se considera como tal, bueno no, muchas veces no. Siempre. 

Realmente, a mi me sugiere muchas cosas. Si lo pienso objetivamente, y no le doy muchas vueltas, lo primero en emerger en mi cabeza es " tenemos dos móviles que se encuentran en dos puntos, uno en Madrid y otro en Barcelona..bla bla bla.. calcule cuanto tiempo tardan en cruzarse.." . Vamos, el típico problema del cole.. o bueno si nos vamos a un nivel de más exigencia.. pues, el abanico de problemas  plantearse aumenta. 
Si consultamos en el diccionario de la RAE, nos encontramos con que lo definen de la siguiente manera:

1.m. Duración de las cosas sujetas a mudanza.
2. m. Magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro. Su unidad en el SI es el segundo.
3. m. Parte de esta secuencia.
4. m. Época durante la cual vive alguien o sucede algo.
5.m. edad (tiempo vivido).
6. m. edad (de una cosa).
7. m. Oportunidad, ocasión o coyuntura de hacer algo.
8. m. Lugar, proporción o espacio libre de otros negocios.
9. m. Largo espacio de tiempo.
10. m. Cada uno de los actos sucesivos en que se divide la ejecución de algo.
11. m. Estado atmosférico
Vistas las siguientes definiciones, además de aquellas que me decidido saltarme, ciertamente hace que el término tiempo se complique.

-Hace buen tiempo- mire a la mujer que estaba en la parada del bus, a mi derecha. Toda digna con su carro de la compra. Sí, era martes, día de mercado; la buena de la mujer, sonriente a esas horas tan intempestivas, se iba  a la compra, en busca de los precios arañados a la baja entre verduleras y mujeres rudas del campo que se apoltronan, como todos los martes en el campo de la feria. Decidí, que a esas horas, tapada entera por el frío que hacía y cargada con mi mochila llena de utensilios varios, mejor era  dedicarle una sonrisa, sin mucho más. No era la mejor hora para establecer una conversación con una desconocida, y menos pensando que estaba deseando subirme al bus, arrimarme a una esquina y rogar quince minutos de sueño antes de llegar a clase. Tocaban prácticas de síntesis, así que mejor estar despierta. Realmente había helada, pero el sol parecia comenzar a desperezarse, vamos  inversamente proporcional a mí, que bostezaba sin parar, asomándoseme casi una lagrimilla por el ojo. Sí, gran pereza.

-!Cuánto tiempo sin verte!- Fue lo primero que oí mi  tras de mi, nada más poner un pie en la Facultad. Me giré. Ciertamente, no habría hecho falta, conocía esa voz dicharachera nada más oirla a distancia. Ahí estaba el único hombre del mundo que me alegraba la vida al llegar a esas horas allí. Y es que, entrar a las ocho y media de la mañana, escuchando grupos del calibre de Barón Rojo en sus horas más clásicas, Obús en sus buenos tiempos, o a Rosendo.. pues, eso te hace empezar el día con buen pie. No pude evitar el frenarme en seco, y cambiar mi trayectoria. Dirección, como no, cafetería.

Como es evidente... pasó el tiempo.

Todavía, muchas veces cuando pululo por mi casa, con la música de fondo, sonando cualquier cosa comercial en la radio, o bien alguna que otra de mis selecciones especiales en mi pc, evocan en mí, algún que otro tiempo. Es así como en un breve espacio temporal, consigo rememorar alguno de los hechos comunes de mi casa, quedándome embobada pensando. Una sonrisa en mi cara. Fácil es recordar aquellas tardes de invierno, en las que, mientras mi madre se dedicaba a planchar, o simplemente a hacer calceta ( porque sí, yo era de aquellas niñas cuya madre hacia jerseis a calceta o chaquetas...) yo rechistaba porque quería mi bocadillo de nocilla. No había lugar a rabieta, tocaba plátano  y bocadillo de membrillo. ¡Qué tiempos aquellos!. 
Ya era de noche, sonaba el portero y cómo no, yo me levantaba de la alfombra de la sala como si tuviera un resorte. No paraba de reir al ver a mi padre llegar, siempre con aquella apariencia, todo lleno de barro... y mi madre gritandole: " sácate los tacos, sácate los tacos". Evidementemente por todo el pasillo habia quedado un caminito de redondelitos marcados, aquí y allí. Directo a la ducha.

Sonó el despertador, bueno miento, sonó mi móvil. Miento otra vez, sóno por enésima vez la alarma del despertador de mi móvil. Mi mano, se escapo rápidamente por debajo de mi nórdico y de mis sábanas de franela, para tomarlo, tal cual como si de una estocada en esgrima se tratase. El único fin era apagar el la condenada alarma que ya me estaba fastidiando aquel magnífico sueño de la hora tan intempestiva en la que estaba. Abrí perezosamente un ojo y miré: 4:15am. Buena hora. Sí, realmente era una buera hora, pero para regresar a casa, de un dia de fiesta, de tomar unas copas... era la mejor hora para meterse en cama y disfrutar de ella. Remoloneé un poco más, hasta que mi móvil se empecinó en despertarme de nuevo. Me levanté. Sin saber muy bien cómo, en la ducha me di un último sueñecito, y si que prestaba. Sólo de pensar que fuera estábamos tal vez a -4ºC, y que alli en mi ducha, caía sobre mí el agua a temperatura tan tan agradable...me espabilé!. Cierto es que no me paré a pensar que ponerme, así que pillé lo del día anterior, mientras de reojo miré la hora en el que sí era mi despertador, y que jamás usaba como tal. No tenía apenas volumen esa molesta alarma. Todavía tenía hora vieja, no me había molestado ni en cambiársela. Desayuné rápido, pero abundantemente, y cuando casi no me dí ni cuenta estaba bajando a toda prisa las escaleras de casa, mientras abria el garaje con el mando. Resoplé, puse el cinturón, y la marcha atrás. Allá vamos, que hoy llego con tiempo. Y mientras comenzaba mi andanza mañanera, recordé las palabras de un muy buen amigo mío " esas horas no son para ir a trabajar, debería de estar prohibido". Me sigo riendo, mientras, sin despistarme mucho... busco algo apetecible que escuchar, y de paso ir cantando.

Aquel día, explicandole el ejercicio de vectores antes del examen, recordé. En mi mente aquel profesor desviado de los caminos adoctrinados de los de su época. Se había casado con una alumna, se había separado de ella, seguió en las mismas durante tiempo hasta terminar con la profesora hueso de historia del instituto. Era todo un personaje, y sí , le había dado clase a mi madre!. Me amargó el curso, así que cuando mi prima me pidió ayuda ( que se la hubiese dado de todas todas) no lo dudé ni un microsegundo. Estaba dispuesta a ayudarla, no sólo a aprobar si no a sacar nota también. El día que me enseñó el video que alguno de sus alumnos colgado en youtube, viendo como mi querido profesor, a su edad de casi jubilado le dio por jugar en el recreo entre sus pupilos.. no tenía precio. Pero hubo algo que se quedó grabado en mi retina por siempre y fue la tremenda culada que se dio. Pobre incauto. Que pasada una edad y sin ropa deportiva, las cosas se complican. Sigamos, a ver, movimiento circular uniformemente acelerado.

Escuchando una canción no hace mucho tiempo, más bien poco, o bueno dependiendo de según de la relatividad del tiempo de cada uno, decia " dicen que el tiempo  como el olvido son hermanos gemelos". Durante el tiempo que escuche esa canción sonreía, fueron escasos minutos, no se exactamente cuantos, pero escasos. Escasos porque, según como dije, el tiempo será constante, irreversible y muchas otras cosas, pero muchas veces somos nosotros mismos su reloj. Cuando estamos con quien queremos, cuando reimos, cuando disfrutamos, ese tiempo parece achicarse y correr, cada vez más. Pasa rápido. 

Todos los días, pienso en como sería la mejor manera de poder encontrar la fórmula para deterlo, o al menos frenarlo. 
En cuanto a esa canción con esa frase, sólo dejamos que el tiempo y el olvido sean hermanos gemelos, si así lo deseamos, porque una de mis premisas para poder reterner el tiempo es recordar esas cosas , pequeñas o grandes, diarias o fortuitas, siempre mas alegres y felices que tristes. Es como coger ese pedazo de tiempo  y meterlo en frasquito, del cual de cuando en vez olisqueamos su recuerdo.













domingo, 5 de febrero de 2012

Si amaneciera..

Si amaneciera.. pues sería un nuevo día.

Si amaneciera.. se haría de día

Si amaneciera.. supuestamente me tendría que levantar

Si amaneciera.. saldría de nuevo el sol

Si amaneciera.. la luz que entra por mi ventana, me despertaría

Si amaneciera.. me daría media vuelta y trataría de dormirme de nuevo

Si amaneciera..me gustaria encontrarte a mi vera

Si amaneciera.. me gustaria que tu espalda tapase el sol que entra por la ventana

Si amaneciera..con ese sol que entra por la ventana, sería mi complice, para encontrar tus labios

Si amaneciera.. me abrazaría una vez más a ti.

Si amaneciera..suspiraria inhalando tu olor, con una sonrisa

Si amaneciera..me gustaria que no fuera un sueño

Si amaciera.. sin ti.. es que mi despertador me ha despertado.

Si amaneciera .. sin ti..es que es hoy y no mañana.