jueves, 3 de mayo de 2012

"Vengo del país de la lluvia eterna
Vengo del fin del mundo.
Soy de donde el agua muda la eternidad en melancolía y la melancolía se torna en nostalgia perenne.
Vengo de la más hermosa tierra que la naturaleza, en su eternidad, pudo parir.
Vengo de la piedra y el viento del norte, gélido y eterno.
Soy del país que los hombres llamaron Galicia.
Soy de la tierra que los dioses quisieron llamar ETERNIA."

Hoy, mientras estaba en el trabajo, no puede evitar parar. Mientras notaba el viento frío cortante en mi cara y  la llovizna  colarseme entre el chaquetón y mi cuello, sonreí, moléstandome alguna que otra rayita de sol en la cara, abriéndose en tan cielo gris. Y lo ví. Se veía con tal nitidez, que bien podía distinguir todos sus colores.

Estaba en la mesa de la cocina y sonreía, mientras de fondo oía algo en la tele, sin prestarle mayor atención. Mi atención se entraba en aquel rectángulo blanco, plano. Cuantas cosas podría yo hacer en él!. Lo cierto es que llevaba días aprovechando papeles y más papeles, así que ahora que tenía papel nuevo y limpio podría hacer cosas nuevas. Miraba mis pinturas, y aun siendo de estas de cera.. me puse a afilarlas una a una para sacarles punta, así parecerían nuevas. Una a una la saqué de mi caja de  latón azul de galletas, y cuando consideraba que estaban lo suficientemente finas de punta, las iba colocando por gama de colores.. desde blanco hasta negro. Evidentemente se notaba cuáles eran las que más me gustaban, y las que más gastaba. Mi madre entró de la terraza, de colgar la ropa, supongo, pero no tenía mucho más que hacer, supuse también. Se sentó a mi lado. Creo que muchos sabemos lo aburrido que es no tener hermanos, y más aún cuando siempre has de jugar tu sólo." ¿ me ayudas a pintar?". No me lo pensé mucho, además mi madre dibujaba muy bien y a veces me ayudaba, incluso cuando todos el cole calcaban, me enseñó a no hacerlo. Me decía que a veces las cosas cuando no se copiaban, y se les daba imaginación eran mas bonitas. Tenía razón, pero mis dibujos no quedaban muy bien. Ese día me enseñó a dibujar algo especial. Escogío de mi  organigrama de colores los que necesitaba, y uno a uno, trazó de lado a lado horizontal en mi papel rectangular limpio un semicirculo. Mientras lo hacía, me iba contando cuales eran los colores adecuados y porqué salía el arco iris.Así, decía la leyenda que aquel que viese donde terminaba, o comenzaba, si conseguía  encontrar ese lugar, encontraría un tesoro... Cuántos días sucesivos estuve pintando arco iris, y cuántos más deseé poder verlo para buscar ese tesoro!

Es por eso, que hoy, cuando ví ese perfecto arco iris, sonreí y me dí cuenta de que ya no ordenaba mis pinturas, que ya no las afilaba.. y que ni siquiera sabía donde estaba mi caja de latón azul de las galletas. Es por ello que, aún viendo el comienzo y el final del arco iris, repasé sus colores uno a uno..rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta, y recordé que  años más tarde había aprendido que la magia del arco iris no es sino un efecto engañoso a nuestro ojo, producido por la óptica.


No hay comentarios:

Publicar un comentario